Mauricio Ríos García considera que el Banco
Central de Bolivia está cometiendo un error profundizando la política de
pretender estimular la economía mediante la creación no respaldada de
dinero.
Para hacerlo breve, lo que esta decisión ilustra es la forma en que Bolivia se suma diligente y voluntariamente a la crisis económica internacional, y, peor aún, a la guerra monetaria que rápidamente destruye el sistema monetario y financiero internacional como se lo ha conocido al menos desde 1971, desde que Nixon terminó con la convertibilidad del oro-dólar.