La economía en situación de extrema gravedad
La economía española se encuentra en una situación de extrema gravedad. La combinación de unos desequilibrios estructurales ni resueltos ni encauzados con la tormenta que azota la Eurozona coloca a España en un entorno crítico. Por añadidura, el paulatino cierre del acceso del sector privado a los mercados financieros junto a la creciente aversión al riesgo soberano español, consecuencia tanto del panorama presupuestario, financiero y económico interno como de la fórmula adoptada por los líderes de la Eurozona para resolver la crisis de deuda y bancaria amenazan con transformar los problemas de liquidez de la economía española en un problema de solvencia. En este contexto, la recaída en la recesión era inevitable.
Ojo con subir los impuestos
Los Presupuestos Generales del Estado para 2012 se enmarcan en un entorno definido por la necesidad de reducir el déficit público hasta el 5,3 por 100 del PIB, esto es, dos puntos y medio en un entorno recesivo. En dos ejercicios, España se ha comprometido a realizar un ajuste del agujero presupuestario de 5,5 puntos del PIB, un esfuerzo no realizado jamás por ningún Gobierno en tan breve espacio temporal. En este contexto, la presión sobre la política fiscal española no procede tan sólo de conseguir esa ambiciosa meta, sino también de la necesidad de eliminar las dudas que la derrota” del PP en Andalucía han creado en los mercados en el sentido de que éstos han considerado que el Gobierno Rajoy podría tener mayores dificultades para acometer el proceso de consolidación de las cuentas públicas.
Por qué no pueden subirse impuestos sólo a los ricos
La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) acaba de publicar un estudio muy interesante sobre la distribución de la carga fiscal entre las familias españolas. El titular más llamativo del informe ha sido el de que los hogares con menor renta pagan el mismo porcentaje de impuestos que los hogares de renta alta.
Y es que, en efecto, las familias con menor renta abonan un 28,21% sobre sus ingresos, mientras que el 1% de familias más ricas, apenas soportan una carga fiscal del 33,10%. En realidad, es necesario matizar que, por un lado, las rentas del primer quintil no están adecuadamente calculadas, ya que incluyen rendimientos negativos (lo cual reduce la base sobre la que se calcula el tipo impositivo, aparentando que éste es mucho mayor de lo que realmente es). A su vez, también hay que aclarar que estos cálculos no incluyen ni las cotizaciones sociales a cargo del empresario (que padecen en última instancia los trabajadores) ni tampoco el Impuesto de Sociedades (que soportan en última instancia los receptores de rentas del capital).
La educación política en Estados Unidos
MARIA BLANCO
La noticia del baile de partidos de Irene Lozano me pilla en Indianápolis. Desde aquí todo se ve distinto. Hace pocos días el debate Hillary Clinton y Bernie Sanders ocupaba las portadas de los diarios. Esta mañana la noticia era la lucha de tuits entre Jeff Bush y Donald Trump a costa del atentado del 11M. Trump recordaba a Bush que sucedió bajo el mandato de su hermano George y apuntaba que quien había sacado el tema era el propio Jeff al asegurar que no había sucedido nada malo bajo el mandato presidencial de Bush, jr. No se andan con remilgos en Estados Unidos. Y en unos meses, el vencedor de las primarias luchará por la presidencia sabiendo que cuenta con el respaldo del compañero de partido que perdió en las primarias. Eso debe escocer bastante. Pero forma parte del juego democrático. O debería ser así.
Contra los derechos sociales
Por: Carmelo Saavedra
La lucha contra la desiguadad o por la consolidación de los derechos sociales
son, realmente, lo que da forma al discurso político e ideológico de
los socialistas o intervencionistas, valga la redundancia. Aunque, a
decir verdad, en los últimos tiempos, la idea de derechos sociales
se ha ido incorporando también, desafortunadamente, como elemento
dinamizador del programa político y de la agenda de otras muchas
corrientes políticas e intelectuales, a pesar de que, erróneamente, haya
casos en los que pretendan erigirse como representantes o valedores del
liberalismo.
Dicho lo
anterior, habría que preguntarse en qué momento la socialdemocracia
–sistema estructural y hegemónico tanto en España como en Europa– se
quedó sin argumentos y se dispuso a elevar cada uno de sus propósitos a
la categoría moral de derechos.
Pero, sobre todo, habría que preguntarse por qué materializan esos
supuestos derechos en una avanzadilla contra la libertad de los
individuos y sus –esta vez sí– derechos más elementales, también
llamados derechos negativos o, en conjunto, libertad negativa. Nos referimos, por supuesto, a la vida, la libertad y la propiedad privada.
Una alternativa liberal al Brexit
El Brexit ha supuesto un tsunami institucional con multitud de ideas solapadas y contradictorias. Ni todos los partidarios de sacar al Reino Unido de la Unión Europea son xenófobos (aunque sí los hay) ni apoyar a la UE equivale abrazar la bandera de la libertad de movimientos de personas (los sirios hacinados en los campos turcos tendrían algo que decir al respecto), ni la integración entre sociedades pasa inexorablemente por la unificación política.
La unión política no es ni condición necesaria ni suficiente para que las sociedades puedan relacionarse por la vía de entretejer más y más lazos entre ellas¿La Unión Europea es la unión de los europeos?
Una de las ideas que favorece que gran parte de la población se declare fervientemente europeísta quizá sea la de equiparar “sociedad” con “política” o “estado”, cuando en realidad la unión política no es ni condición necesaria ni suficiente para que las sociedades, a través de los individuos o grupos que la integran, puedan relacionarse por la vía de entretejer más y más lazos entre ellos. Esta idea también sirve de base para propugnar un poder político cada vez mayor: si el Estado, los políticos y burócratas, somos nosotros (el pueblo), ¿qué problema hay con su tamaño? ¿Por qué no una UE con un gobierno fuerte? ¿Qué riesgo puede haber en su deriva cada vez más intervencionista? La fusión de Estado y sociedad nos impide entender la peligrosa relación que hay entre la extensión del Poder y la preservación de la libertad del individuo (sociedad).
Johnson a la Casa Blanca
Qué buenas noticias nos llegan últimamente desde los Estados Unidos. La convención del Partido Libertario de ese país, celebrada en Orlando, ha actuado con la madurez propia de una formación que, a sus cuarenta y cinco años de vida, es consciente de la gran oportunidad que le brindan las circunstancias de 2016. Esa madurez ha llevado a los libertarios estadounidenses a elegir un ticket sólido, con posibilidades reales de alzarse con la victoria en noviembre, acabar con el odioso bipartidismo y frustrar las expectativas de sus candidatos, Hillary Clinton y Donald Trump.
La primera representa el establishment puro y duro de una Norteamérica tan socialdemocratizada que Eleanor Roosevelt lloraría de emoción. Clinton es la candidata del conglomerado de industrias armamentísticas y de los cárteles regulatorios y subvencionados como el de la automoción. Es la candidata de lo que allí denominan crony capitalism, una perversa distorsión del capitalismo que lo transforma en una maraña de redes clientelares y prebendas plasmadas en la legislación.
Muchas Noruegas
La semana pasada, a la vuelta del Brexit, Nigel Farage intervino en el Parlamento Europeo. Nunca me han caído bien ni él ni su partido, el UKIP, porque su rechazo a la Unión Europea se debe más a motivos nacionalistas que a una reflexión pro-Libertad acorde con nuestro tiempo. Sin embargo, me indignó ver cómo el jefe de los eurócratas, Jean-Claude Juncker, cuestionaba su presencia y se permitía incluso encararse con él para preguntarle “¿qué hace usted aquí?” Esto es el mundo al revés porque Farage, guste o no, sí tiene el mandato de una circunscripción electoral que le ha elegido para dirigirse a esa cámara. Quien no tiene la menor legitimidad democrática es, precisamente, Juncker. Y tampoco la tiene la Comisión Europea que preside. Es monumental la prepotencia de la oscura élite extractiva bruselense, ajena a todo voto y a todo control, al cuestionar a un eurodiputado electo que, sencillamente, dice cosas que ellos no quieren oír. Sobre esos cimientos se ha construido el entramado institucional europeo y cada vez parece tener peor arreglo. Es normal que el país cuna del parlamentarismo rechace un pseudoparlamento de cartón-piedra (generoso en privilegios para sus miembros, eso sí) y un poder ejecutivo ensoberbecido, opaco y ajeno a todo control, que además nos cuesta un riñón y recorta severamente nuestras libertades inmiscuyéndose en todo lo que hacemos.
Ya está bien de que la Unión Europea sirva como excusa para imponernos a todos decisiones que podríamos tomar individualmente, y para hacer ingeniería social, económica y cultural
La derecha es ignorante; pero la izquierda es malvada
Al leer unas declaraciones de Cristina Pedroche me vino a la cabeza el filósofo norteamericano John Searle. Que es como si un selfie subido a Instagram por Gerard Piqué hiciera pensar en un plano secuencia de Andréi Tarkovski o llegar a rememorar los siete tomos de En busca del tiempo perdido con un tuit de Donald Trump. El caso es que la guapa presentadora, además de apostar porque siempre querría más a David Muñoz que a los posibles hijos que pudieran tener (algo tan arriesgado como el tatuaje que se hizo Melanie Griffith con el nombre de Banderas), se proclamaba fan política de Alberto Garzón definiendo “ser de izquierdas” como “querer el bien para todo el mundo”. En ese momento, me zambullí en el recuerdo de otra entrevista como una magdalena proustiana en té.
Neoliberalismo neopopulista
El liberalismo ha estado en contra de todo tipo de absolutismos, del aristocrático al democrático, aunque, en ocasiones, ha sentido la contradictoria tentación del absolutismo liberal: la idea de que una élite tecnocrática sabe mejor que el pueblo lo que le conviene. Para ello, pensadores liberales han despreciado al pueblo calificándolo de “masa”, una mezcla de ignorancia enciclopédica y sesgos cognitivos que haría que sus juicios estuviesen condicionados por la pereza, la cobardía y/o la estupidez. Los liberales se dejan llevar, entonces, por la impaciencia y la pedantería, arrogándose la paradójica misión de convertirse en “vanguardia de la burguesía” para llevar a los supuestamente indocumentados y errados votantes, consumidores y ciudadanos hacia lo que verdaderamente es bueno para ellos.
Se ha preferido satanizar a los votantes euroescépticos tildándolos de “viejos”, “paletos” y otras lindezas
La destrucción de la democracia en Chile, hacia una memoria histórica verídica
La destrucción de la democracia en Chile, hacia una memoria histórica verídica
Creo que estamos entrando en uno de esos momentos clave en los
cuales se puede torcer definitivamente la historia de un país si se
tolera la ilegalidad y el desquiciamiento violento de la acción
política.
Los recientes hechos de violencia política me han llevado a desempolvar un ensayo que publiqué el año 2013 en el número 55 de la revista española La Ilustración Liberal. Creo que estamos entrando en uno de esos momentos clave en los cuales se puede torcer definitivamente la historia de un país si se tolera la ilegalidad y el desquiciamiento violento de la acción política. Eso le ocurrió ya una vez a Chile, el año 1967, y las consecuencias fueron terribles: pocos años después sucumbía nuestra democracia y el país se adentraba en una larga dictadura. De ello trata este texto que ojalá nos ayude a despertar antes de que sea tarde.
Axel y Gloria contra el Parque Jurásico
Axel y Gloria contra el Parque Jurásico
Con datos y argumentos contundentes, Kaiser y Álvarez corroen
piezas del parque jurásico ideológico que la izquierda construyó con
éxito en Chile durante los últimos años. Este ha sido de una eficacia
notable y por eso líderes de la izquierda chilena han podido, sin sufrir
costos políticos, celebrar a los Castro, alabar a los Honecker,
aplaudir a la monarquía comunista de Corea del Norte o justificar la
violencia de encapuchados contra la propiedad pública y privada.
El libro “El Engaño Populista”, del chileno
Axel Kaiser y la guatemalteca Gloria Álvarez, instala a mi juicio tres
valiosas dimensiones en el debate político-ideológico. Por una parte,
ofrece una acertada radiografía del populismo y el estatismo actuales,
de sus iconos Ernesto Guevara, Hugo Chávez, los hermanos Castro y Pablo
Iglesias, y de sus fracasados modelos inspiradores, como los de Cuba o
Venezuela. Y por otro lado, aporta a la consolidación de una generación
de jóvenes intelectuales de corte liberal que, en Chile, también
integran Hugo Herrera, Pablo Ortúzar, Julio Isamit, Cristóbal Bellolio,
Jorge Gómez y Marcel Oppliger, entre otros. En tercer lugar, la obra
propone cómo batallar concretamente contra las ideas populistas.
Los peligros que acechan a Turquía
Los peligros que acechan a Turquía
Este país se ha convertido en la gran barrera que impide un mayor
flujo de refugiados sirios y de otras nacionalidades hacia diferentes
países europeos. Es que Turquía es lo único que separa a Europa de una
de las zonas más convulsionadas de Medio Oriente, como el norte de Siria
e Irak.
El atentado perpetrado este martes en el aeropuerto internacional Atatürk, el más importante de Estambul, nuevamente puso a Turquía en el foco del terrorismo internacional. Hasta el momento ninguna organización se ha responsabilizado del ataque, aunque todo indica que los autores estarían vinculados al Estado Islámico (EI).
Las autoridades turcas ya revelaron que los tres atacantes —que primero dispararon con rifles de asalto en contra de la gente y luego hicieron estallar sus respectivas cargas explosivas— eran extranjeros: un uzbeko, un kirguiso y un ruso. Y la detención de al menos 13 sospechosos indicaría que los tres atacantes no actuaron solos.
Historia de un gobierno
En “La Historia se escribe hacia adelante”, Mauricio Rojas no se
limita a contar lo ocurrido durante un gobierno, también busca
respuestas a la derrota presidencial de la centro derecha en el 2013 e
invita a sus entrevistados a mirar el antes y el después de esos cuatro
años para un sector político que, al parecer, nunca terminó de
acomodarse del todo al rol oficialista.
Publicado el 08.07.2016
El libro tiene un valor más allá del obvio aporte histórico, siempre necesario para reconstruir con cierta distancia en el tiempo lo vivido durante un mandato presidencial. Tiene, para empezar, el sello particular que Rojas imprime a todos sus trabajos: agudeza, opinión, un estilo sencillo de exponer cosas complejas – talento clave en un libro de entrevistas– y un tono muy amable para hacer preguntas difíciles, ninguna de las cuales queda acá sin respuesta. Y es, a mi juicio, un libro especialmente interesante para evaluar el momento político por el que hoy atraviesa Chile.
Bachelet y el populismo
La realidad es que el gobierno que ella ha liderado, aunque más
moderado que otros de la región, ha abonado el terreno para la ideología
y la demagogia en nuestro país acercándonos peligrosamente a la
desastrosa ruta que han seguido otras naciones latinoamericanas que han
caído en el engaño populista.
El reciente libro El engaño populista, que escribí junto a Gloria Álvarez, ha generado controversia por afirmar que la Presidenta Michelle Bachelet sigue la tradición populista de la izquierda latinoamericana. Su foto figura en la portada junto a personajes como Hugo Chávez, Evo Morales, Rafael Correa, Lula Da Silva, Fidel Castro, Cristina Kirchner y Pablo Iglesias. ¿Merece la Presidenta ser situada en ese lote?
Releyendo a Sarmiento
Releyendo a Sarmiento
Del cielo y del infierno
Del cielo y del infierno
El Mago del Norte
El Mago del Norte
Por Mario Vargas Llosa
El País, Madrid
Isaiah Berlin fue un demócrata y un
liberal, uno de esos raros intelectuales tolerantes, capaces de
reconocer que sus propias convicciones podían ser erradas y acertadas
las de sus adversarios ideológicos. Y la mejor prueba de ese espíritu
abierto y sensible que contrastaba siempre sus ideas con la realidad a
ver si las confirmaba o contradecía, la dio dedicando sus mayores
empeños intelectuales a estudiar, no tanto a los filósofos y pensadores
afines a la cultura de la libertad, como a sus más enconados enemigos,
por ejemplo un Carlos Marx o un Joseph de Maistre, a los que dedicó
ensayos admirables por su rigor y ponderación. Tenía la pasión del saber
y, a quienes promovían las cosas que él detestaba, como el
autoritarismo, el racismo, el dogmatismo y la violencia, antes que
refutarlos, quería entenderlos, averiguar cómo y por qué habían llegado a
defender causas y doctrinas que agravaban la injusticia, la barbarie y
los sufrimientos humanos.
La batalla de un hombre solo
La batalla de un hombre solo
Por Mario Vargas Llosa
El País, Madrid
En los años setenta tuvo lugar un
extraordinario fenómeno de confusión política y delirio intelectual que
llevó a un sector importante de la inteligencia francesa a apoyar y
mitificar a Mao y a su “revolución cultural” al mismo tiempo que, en
China, los guardias rojos hacían pasar por las horcas caudinas a
profesores, investigadores, científicos, artistas, periodistas,
escritores, promotores culturales, buen número de los cuales, luego de
autocríticas arrancadas con torturas, se suicidaron o fueron asesinados.
En el clima de exacerbación histérica que, alentada por Mao, recorrió
China, se destruyeron obras de arte y monumentos históricos, se
cometieron atropellos inicuos contra supuestos traidores y
contrarrevolucionarios y la milenaria sociedad experimentó una orgía de
violencia e histeria colectiva de la que resultaron cerca de 20 millones
de muertos.
Las aldeas condenadas
Las aldeas condenadas
Por Mario Vargas Llosa
El País, Madrid
El
premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa reflexiona en una serie
de reportajes sobre la ocupación israelí. En esta primera entrega centra
su mirada en unos pueblos del sur de Cisjordania.
"El problema mayor de Israel es uno solo, los asentamientos en Cisjordania, es decir, la ocupación de los territorios palestinos”, me dice Yehuda Shaul. “El próximo año cumplirá medio siglo. Pero tiene solución y la veré puesta en práctica antes de morir”.
Cinco días con Mario: el documental del viaje de Vargas Llosa a Cisjordania
Le
replico a mi amigo israelí que hay que ser muy optimista para creer que
un día más o menos próximo los 370.000 colonos instalados en las tierras
invadidas del West Bank —verdaderos bantustán que cercan a los
2.700.000 habitantes de las ciudades palestinas y las desconectan una
de otra— podrían salir de allí en aras de la paz y la coexistencia
pacífica. Pero Yehuda, que trabaja incansablemente por hacer conocer lo
que una gran mayoría de sus compatriotas se niega a ver, la trágica
situación en que viven los palestinos de la orilla occidental del
Jordán, me dice que tal vez yo sea menos escéptico después del viaje que
haremos juntos, mañana, hacia las aldeas palestinas de las montañas del
sur de Hebrón.
Estuvimos él y yo en esas montañas, casi en el límite de Cisjordania,
hace seis años. Y, es cierto, la aldea de Susiya, que entonces tenía
unos 300 habitantes y parecía destinada a desaparecer al igual que otras
de la zona, ahora tiene 450, porque, pese a los infortunios de que
sigue siendo víctima, han regresado buen número de las familias que
habían huido; también ellas, como Yehuda, gozan de un optimismo a prueba
de atrocidades.
El Caudillo, el populismo y la democracia
Alvaro Vargas Llosa
Hace diez años, escribí un libro titulado “Manual del perfecto idiota latinoamericano” con el escritor colombiano Plinio A. Mendoza y el escritor cubano Carlos A. Montaner. A menudo nos han preguntado cómo logramos ponernos de acuerdo en cada frase. Lo cierto es que no lo hicimos. Tuvimos importantes desavenencias. Como colombiano, Plinio era un gran admirador de Simón Bolívar, el héroe venezolano que liberó a su nación de España a comienzos del siglo diecinueve. Como persona oriunda del Perú, yo sentía recelos ante el hombre que había asumido el título de dictador del país donde nací. En un momento dado, la discusión sobre Bolívar se tornó tan severa que parecía que tendríamos que desistir del capítulo sobre el nacionalismo, en el cual Bolívar--un hombre menudo que bebía poco, bailaba como un dios, jamás fumó, tenía predilección por la hamaca, era un erotómano incurable y apenas empleaba el benigno "carajo" como palabrota--era una figura central. Pero sin ese capítulo, no había libro. Al final, ambos hicimos concesiones para salvarlo.
Bicentenario de Argentina: completar la emancipación
Bicentenario de Argentina: completar la emancipación
Por Alejandro Gómez
En 1837, Juan Bautista Alberdi escribió
el Fragmento Preliminar al Estudio del Derecho. En el mismo, reflexionó
sobre la diferencia que existe entre la independencia exterior y la
independencia interior. El autor sostiene que en 1816 se consiguió la
independencia del dominio español, pero que quedaba por conseguir algo
que era mucho más importante: la independencia interior. Alberdi
denunciaba los abusos que se venían dando durante el segundo gobierno de
Juan Manuel de Rosas (1835-1852). Por este motivo, en el artículo 29 de
la Constitución de 1853 se estableció que todo aquel que otorgara
Facultades Extraordinarias o Suma del Poder Público sería considerado
infame traidor a la patria.
A la luna por escalera
A la luna por escalera
Por Pedro Corzo
Las propuestas populistas en América
Latina están enfrentando una seria crisis por los altos niveles de
corrupción de quienes las han interpretado y los múltiples fracasos de
sus líderes, que han pretendido gobernar como si estuvieran asistidos
por una vara mágica capaz de resolver todos los problemas.
Cierto que la derrota de los partidarios
de Cristina Fernández en Argentina, los escándalos por corrupción en el
Partido de los Trabajadores de Brasil con su gurú Luis Inacio da Lula
da Silva a la cabeza y la baja popularidad de Evo Morales, evidencian la
crisis del populismo, no obstante, afirmar que esa serpiente ha sido
decapitada, es incurrir en una ingenuidad extrema.
Friday, July 8, 2016
El extraño caso de la Reforma Tributaria en Chile
Durante el año 2014 se discutió en Chile una reforma tributaria, que implicaba un aumento de los impuestos en diversas áreas, destacándose el mercado inmobiliario, automotriz y crediticio.
Durante la tramitación de este proyecto de Ley en el Congreso, hubo muchas voces expertas que advertían de los impactos negativos de un aumento de los impuestos, las que, como suele ocurrir, no fueron escuchadas por las autoridades.
Así, entre otras prevenciones, se sostuvo que respecto a la aplicación de impuestos a la venta habitual de viviendas, esta generaría un aumento en el precio de las mismas (lo que resulta bastante obvio), afectando principalmente a los sectores medios, que con este aumento de precio verían mermada su posibilidad de acceder a una casa propia. Además, se argumentaba que como efecto secundario, al aumentar el precio de los bienes raíces, el mercado inmobiliario se resentiría, bajando su producción, y por ende afectando la tasa de empleo.
Luis Almagro: El héroe improbable
Mientras Venezuela
cae cada vez más hondo en su abismo político, económico y humanitario,
Latinoamérica mira para otro lado. Los aliados naturales del chavismo
–Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Cuba, Brasil y la Argentina, entre otros–
por años no movieron un dedo ante los excesos totalitarios de Chávez y
Maduro. Con la reciente salida del poder del kirchenirsmo en la
Argentina y del petismo en Brasil, más el traspaso político de Mujica a
Vázquez en Uruguay, el panorama empezó a cambiar y un nuevo clima de
mayor reclamo quedó instalado. Quien lideró el sendero fue el
conservador Mauricio Macri, quien ni bien asumió hizo declaraciones
críticas del comportamiento chavista y anunció la posible necesidad de
revisar la adhesión de Caracas a la OEA.
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