Jacob Hornberger
Cuando el vicepresidente Joseph Biden viajó a Irak hace unos días, lo hizo, como siempre, bajo un manto de secreto. Se les pidió a los medios de comunicación mainstream que mantuviesen el viaje en secreto, y estos cumplieron diligentemente. Biden se negó a pasar la noche en Irak, permaneciendo sólo 10 horas antes de viajar rápidamente a Italia, donde presumiblemente durmió sano y salvo.
¿Por qué tanto secreto? ¿Por qué no se quedó Biden en Bagdad unos días, caminó por las calles, hizo algunas compras, visitó a la gente, y recorrió el país? Después de todo, ¿acaso no es este el país que invadió el gobierno de Estados Unidos y cuyo régimen cambió bajo la rúbrica militar “Operación Libertad Iraquí”?¿ No es este el país que el Ejército de Estados Unidos y la CIA ocuparon durante más de 10 años, matando a la gente con impunidad y destruyendo hogares, edificios e infraestructura en el proceso, todo ello con el objetivo de producir un escaparate para el intervencionismo que presentar al mundo?