PULSO
ECONÓMICO / JONATHAN HEATH
¿Foco rojo?
A pesar de tener una tasa
de crecimiento del PIB muy bajo, una de las características principales de la
economía mexicana desde hace aproximadamente 15 años ha sido su estabilidad
macroeconómica. Del 2001 a la fecha, la inflación promedio anual ha sido de 4.2
por ciento. Del 2001 al 2008, el balance público tradicional mantuvo un
promedio de -0.3 por ciento del PIB (de hecho, es el mismo promedio desde 1993
al 2008). El balance de la Cuenta Corriente de la Balanza de Pagos sostuvo un
déficit de 1.1 por ciento del PIB de 2003 a 2012. La disciplina fiscal, el
régimen cambiario de flotación y una política monetaria autónoma y bien
dirigida se combinaron para forjar una estabilidad fundamental. En
reconocimiento, las agencias calificadoras otorgaron el grado de inversión a
México a partir de 2000 (BBB-) y desde entonces hemos subido dos peldaños a
BBB+. Incluso, en febrero del 2014 Moody's nos otorgó la calificación de A3,
que corresponde a un nivel alto/mediano, de bajo riesgo de crédito, considerado
como "Prime-1/Prime-2".