JURAMENTO DEL ILLUMINATUS (DEEP STATE)

Ricardo Valenzuela

 

Será una ilusión tan grande, tan increíble que siempre escapará su percepción y no la verán. Aquellos que lo vean los etiquetaremos como locos. Crearemos diferentes frentes para que no puedan ver nuestra conexión. Fingiremos no estar relacionados para mantener viva la ilusión. Nuestra meta deberá ser lograda una gota a la vez para que nunca sospechen. De esa forma evitará que ellos se den cuenta de lo que realmente sucede.

Nosotros siempre estaremos por encima del campo relativo de su experiencia, porque nosotros conocemos los secretos de lo absoluto. Trabajaremos juntos y permaneceremos unidos por la sangre y los secretos. La muerte será para los que hablen. Mantendremos sus vidas cortas y sus mentes débiles pretendiendo que hacemos lo contrario. Usaremos nuestros conocimientos de ciencia y tecnología de forma silenciosa para que no sepan lo que sucede. Usaremos metales especiales para provocar su envejecimiento prematuro y sedantes en su comida, su agua y su aire. Ellos serán presos del veneno donde quiera que vayan.

 

Los metales les provocarán perder la mente. Les prometeremos encontrar la cura mientras los alimentamos con más veneno. Ese veneno será absorbido a través de su piel y de sus bocas, los volverá locos y destruirá sus sistemas reproductivos. Así, sus hijos nacerán muertos y esconderemos esta información. Esa toxina estará escondida en todo lo que los rodea; en lo que toman, lo que respiran y lo que visten. Y, actuaremos con ingenio al hacérselos llegar. Los programaremos para que crean ese tóxico es bueno con imágenes agradables y tonos musicales.

A los menos tontos los ayudaremos. Los enlistaremos para que distribuyan el veneno. Verán nuestros productos en el cine, en revistas y diarios para que se acostumbren a ellos y jamás sabrán la verdad de su verdadero efecto. Cuando tengan hijos, les inyectaremos ese tóxico directamente en su sangre y los convenceremos que es lo mejor para ellos. Empezaremos temprano, cuando las mentes son jóvenes, apuntaremos directamente a sus hijos con lo que más gustan los niños, azúcar. Y, cuando sus dientes se pudran los llenaremos con metales que destruirán sus mentes y su futuro. Cuando su habilidad para aprender se haya neutralizado, crearemos medicinas que los enfermarán aún más causándoles otras enfermedades para lo que manufacturemos otras medicinas.

Con nuestro poder los volveremos dóciles y débiles. Se deprimirán, serán obesos y lentos. Y, cuando vengan a buscar ayuda, les daremos más veneno. Los programaremos para que centren su atención en el dinero y bienes materiales para que nunca se conecten con su interior. Los mantendremos distraídos con sexo, placeres externos, deportes, y no se desarrollen espiritualmente. Sus mentes serán nuestras y harán lo que les ordenemos en mensajes subliminales. Si se niegan, usaremos la tecnología para alterar sus mentes y sus vidas. Usaremos el temor como nuestra arma predilecta. Les instalaremos sus gobiernos y también sus opositores. Seremos dueños de las dos partes ocultando siempre nuestro objetivo que se estará ya implementando. Ellos trabajarán para que nosotros prosperemos a su costa.

Nuestras familias nunca se mezclaran con las de ellos. Porque el camino es el de la sangre pura. Provocaremos que se maten entre ellos cuando sea lo que nos convenga. Los mantendremos inútiles a través de dogma y religión. Siempre controlaremos sus vidas ordenándoles que pensar, como y cuando. A veces gentilmente los guiaremos para que piensen que están en control. Fomentaremos el odio entre ellos y, cuando llegue a surgir una luz en sus tinieblas, la extinguiremos con lo ridículo o la muerte, lo que mejor nos convenga. Provocaremos que entre ellos se arranquen sus corazones y que asesinen a sus hijos o a sus padres. Para lograr esto nuestros aliados serán el odio y la rabia como sus amigos. El odio los cegará de tal manera y nunca se darán cuenta que, de sus conflictos, nosotros emergemos como sus verdaderos amos.

Estarán muy ocupados matándose entre ellos. Se bañarán con su sangre y luego mataran a sus vecinos mientras eso nos beneficie. Para nosotros su miseria será nuestro beneficio y ellos no podrán vernos. Continuaremos progresando enormemente con sus guerras y sus muertos. Repetiremos esto una y mil veces hasta que logremos nuestro objetivo. Con imágenes y sonidos continuaremos provocando que vivan atemorizados y llenos de rabia. Herramientas muy efectivas y ellos mismos nos las fabricarán. Haremos que se odien ellos mismos y odien a sus vecinos. Siempre les ocultaremos la divina verdad que todos somos uno. Algo que nunca deberán saber. Nunca deberán saber que el color es una ilusión, siempre deberán pensar que son inferiores a nosotros.

Tomaremos sus tierras, sus casas, sus recursos, su riqueza para el control sobre ellos sea total. Los engañaremos para que acepten leyes que robarán su escasa libertad. Estableceremos un sistema monetario que será su prisión eterna para mantenerlos endeudados lo mismo que a sus hijos y generaciones futuras. Y, si llegan a juntarse con algún líder que los motive, acusaremos a su líder y a todos ellos de grandes crímenes y presentaremos al mundo nuestra historia, no la de ellos. Porque controlamos toda la media, el flujo de información para que sus sentimientos permanezcan a nuestro favor. Si se llegan a rebelar, los aplastaremos como insectos junto con su líder. Porque siempre estarán indefensos pues ya nunca tendrán armas.

Reclutaremos algunos de ellos para ejecutar nuestros planes, les prometeremos vida eterna, que nunca la tendrán. Los reclutados serán llamados “iniciados” y serán indoctrinados para creer en los falsos ritos del pasaje hacia el reino. Ellos pensarán que son uno con nosotros sin saber la verdad. Ellos aceptarán lo que les damos como verdad y no sigan a cualquier líder para rebelarse. Su trabajo será remunerado con cosas materiales y grandes títulos, pero nunca serán parte de nosotros porque ellos son solo traidores, no serán inmortales, nunca recibirán la luz y tampoco podrán viajar a las estrellas. Nunca alcanzarán el gran reino ni la libertad.

La verdad permanecerá ante sus rostros, tan cerca que no les permitirá enfocarse para verla, hasta que sea demasiado tarde. Su ilusión será tan grande que nunca se darán cuenta que son nuestros esclavos. Cuando todo esté acomodado en su lugar, su propiedad será la realidad que les creamos. Y, esa realidad será su prisión y los invadirá la desilusión, pero ya nada podrán hacer. Cuando hayamos logrado nuestro objetivo total, se iniciará una nueva era de dominación y sus mentes estarán, para siempre y por tiempos inmemorables, ligadas a las creencias que les establecimos.

Pero, si algún día ellos llegan a conocer la verdad será nuestro fin, nunca lo deberán saber. Si algún día, dirigidos por un líder que, sí conozca la realidad, se dan cuenta que unidos nos pueden vencer, tomarán acción y no tendremos a donde correr, porque caído el velo de las mentiras sabrán quienes somos y nos cazaran por todos los rincones del universo y nadie nos podrá proteger.

ESTE ES NUESTRO JURAMENTO SECRETO para el cual debemos de vivir. Nuestra sangre debe sellar este juramento.