La inviabilidad del socialismo
La inviabilidad del socialismo
Por Ludwig von Mises
Se piensa con frecuencia que si el
socialismo actualmente no funciona, ello se debe a que nuestros
contemporáneos no poseen aún las necesarias virtudes cívicas, y que los
hombres, tal como son actualmente, son incapaces de poner en el
desempeño de las tareas que el estado socialista les asigne el mismo
celo con que realizan su diario trabajo bajo el signo de la propiedad
privada de los medios de producción, pues, en régimen capitalista, saben
que es suyo el fruto de su trabajo personal y que sus ingresos aumentan
cuanto uno más produce, reduciéndose en caso contrario.
Por el contrario, en un sistema
socialista el que personalmente se gane más o menos no depende ya casi
de la excelencia del propio trabajo; en efecto, cada miembro de la
sociedad tiene teóricamente asignada una determinada cuota de la renta
nacional, sin que varíe de forma apreciable por el hecho de que se
trabaje con desgana o con ahínco. La gente piensa que la productividad
socialista ha de ser por fuerza inferior a la de la comunidad
capitalista.
El imperativo moral del mercado
El imperativo moral del mercado
Por Friedrich A. Hayek
[Este artículo apareció originalmente en The Unfinished Agenda: Essays on the Political Economy of Government Policy in Honour of Arthur Seldon (1986).]
En 1936, año en el que (por pura coincidencia) John Maynard Keynes publicó la Teoría General, mientras preparaba mi discurso presidencial para el London Economic Club, vi de repente que mi labor anterior en las diferentes ramas de la economía tenían una raíz común. Esta idea de que el sistema de precios era realmente un instrumento que había permitido a millones de personas ajustar sus esfuerzos a los acontecimientos, exigencias y condiciones sobre las que no tenían conocimiento concreto ni directo, y que la completa coordinación de toda la economía mundial se debía a ciertas prácticas y usos que habían surgido inconscientemente. El problema que había identificado por primera vez estudiando las fluctuaciones de la industria (que las falsas señales de precios desorientaban los esfuerzos humanos) luego lo continué en otras ramas de la disciplina.
En 1936, año en el que (por pura coincidencia) John Maynard Keynes publicó la Teoría General, mientras preparaba mi discurso presidencial para el London Economic Club, vi de repente que mi labor anterior en las diferentes ramas de la economía tenían una raíz común. Esta idea de que el sistema de precios era realmente un instrumento que había permitido a millones de personas ajustar sus esfuerzos a los acontecimientos, exigencias y condiciones sobre las que no tenían conocimiento concreto ni directo, y que la completa coordinación de toda la economía mundial se debía a ciertas prácticas y usos que habían surgido inconscientemente. El problema que había identificado por primera vez estudiando las fluctuaciones de la industria (que las falsas señales de precios desorientaban los esfuerzos humanos) luego lo continué en otras ramas de la disciplina.
Los cantos de sirena del Estado
Los cantos de sirena del Estado
Por Robert Higgs
El Estado es la más destructiva
institución concebida por los humanos, un incendio que puede ser
controlado por muy poco tiempo, antes que se propaguen las llamas por
todas partes. Lo que promueve el crecimiento del Estado debilita la
defensa de los individuos y nada promueve más el crecimiento del Estado
que una emergencia nacional.
La actividad fundamental del Estado es
el robo, aunque le dan otro nombre --impuestos--, bajo la excusa de que
se trata de una obligación, inclusive moral.
Las palabras que el español le debe a EE.UU.
Por Thomas Sparrow
El argentino Luis Alberto Ambroggio
cuenta que alguna vez, en un restaurante en Estados Unidos, se le acercó
una mesera y le dijo que ya le traía la "baga". "Yo me puse a pensar:
"¿Quién será ésta? ¿Será una amiga de ella?".
En realidad, la empleada no se estaba
refiriendo a una persona perezosa sino a una bolsa para empacar las
sobras de la cena. Ella usó "baga" como una adaptación de la palabra
inglesa "bag".
Ambroggio, presidente de la delegación
de Washington de la Academia Norteamericana de la Lengua Española
(ANLE), dice que como en español existe la palabra "bolsa", debería
evitarse el uso de variantes confusas como la que escogió la mesera del
restaurante.
Pero no todas las palabras del español
que se utiliza en Estados Unidos son como "baga", un híbrido espontáneo
entre los dos idiomas que surge principalmente a nivel hablado y que se
conoce como espanglish.
Capriles y Tintori, a la cabeza
Capriles y Tintori, a la cabeza
Por Álvaro Vargas Llosa
La gira latinoamericana de Henrique
Capriles, en la que ha sido recibido por varios Presidentes, y la
campaña internacional humanitaria, “Rescate Venezuela”, dirigida por
Lilian Tintori, la indesmayable esposa de Leopoldo López, nos demuestran
que Venezuela está en condiciones de superar la tragedia. Allí están los líderes, las ideas, la fortaleza moral.
Lo único que falta es que la comunidad internacional acabe de darle a
ese país, al que su dictador está infligiendo la peor humillación de su
historia contemporánea, una oportunidad.
Los principios económicos de la Constitución de 1812
Francisco Cabrillo
Pero en la Constitución de 1812 se formularon principios muy interesantes que, con el tiempo, abrieron el camino a la institucionalización del régimen liberal y de la economía de mercado en nuestro país. Y el primero de estos principios era, sin duda, el reconocimiento del derecho de propiedad. El artículo 4 establecía la obligación de la Nación de proteger "por leyes sabias y justas" la propiedad y otros derechos básicos.
El germen socialista del euro
Manuel Llamas
Hayek y Keynes, una relación liberal peligrosa
Santiago Navajas
Han sido tres los libros que últimamente se han publicado y que han tratado, en su núcleo o como un capítulo importante, la relación de amor-odio que mantuvieron Keynes y Hayek. El primero que debe leerse es La gran búsqueda, una panorámica general de las historias de las ideas económicas que ha escrito Sylvia Nasar sobre los dos últimos siglos y que sitúa a Alfred Marshall y los fabianos esposos Webb como el origen legítimo de la izquierda civilizada, en contraposición a la barbarie conceptual que representa Karl Marx. A continuación, el libro en el que Nicholas Whapshott ha descrito el cuerpo a cuerpo, espíritu a espíritu, entre Keynes y Hayek, una completa explicación para esos dos magníficos raps que crearon John Papola y Russ Roberts1. Y, por último, un primerísimo plano de John Maynard Keynes, esa mezcla entre Isaac Newton, Lawrence de Arabia y James Bond en la que debió inspirarse Isaac Asimov para crear en la saga Fundación a Hari Seldon, el fundador de la psicohistoria. Todo ello a la espera, por supuesto, de que se publique en España la biografía de Allan Ebenstein sobre Hayek2. Aunque habitualmente se les suele retratar como enfrentados, en realidad nunca estuvieron tan lejos el uno del otro. Para muestra, lo que confesó Hayek a la muerte de Keynes y que le podría haber servido de lápida:
Los enemigos de la libertad y la prosperidad
La indignación que producen los indignados
Santiago Navajas
La cuestión es si cabe una vía socialista al Estado de Derecho. Porque, como reconocieron los socialdemócratas que se pasaron a la vía capitalista, el principio liberal enunciado por Kant:
EE.UU.: "La docena sucia" de fraudes tributarios
Daniel Mitchell explica que "si usted no paga
suficientes impuestos debido a las retenciones, el Servicio de Rentas
Internas (IRS) le cobrará intereses y puede que penalidades. Pero si
usted paga de más y se le debe un reembolso, el IRS trata su dinero como
un préstamo libre de intereses".
Es una colección extraña, que comprende tanto recomendaciones para que los contribuyentes se protejan del fraude, como advertencias de que los contribuyentes sean completamente obedientes con todas las demandas del IRS.
No debería sorprender que la lista contiene cero advertencias acerca de las complejidad innecesaria y de la naturaleza punitiva del código tributario. Tampoco dice algo el IRS acerca de cómo los contribuyentes pierden la presunción de la inocencia si hay cualquier tipo de disputa con la agencia de impuestos. Tal vez es más importante que no hay un reconocimiento por parte del IRS de que gran parte de la “docena sucia” de fraudes tributarios solo existen porque hay una mala política tributaria.
Si podemos reducir el tamaño del Estado: Canadá lo hizo
Chris Edwards afirma que cuando Canadá se
enfrentó a una profunda recesión hace dos décadas "cambió de dirección y
redujo el gasto, balanceó su presupuesto e implementó varias reformas
liberales". Como resultado, la economía creció y el desempleo cayó.
Este ensayo fue publicado originalmente en inglés en el Cato Policy Report (edición Mayo/Junio 2012). Aquí puede descargar este ensayo en formato PDF.
Hace dos décadas Canadá sufrió una profunda recesión y se balanceaba al borde de una crisis de la deuda causada por un creciente gasto público. El Wall Street Journal dijo que la creciente deuda estaba haciendo de Canadá un “miembro honorario del Tercer Mundo” con el “peso norteño” como su moneda. Pero Canadá cambió de dirección y redujo el gasto, balanceó su presupuesto e implementó varias reformas liberales. La economía creció, el desempleo cayó y el anteriormente débil dólar canadiense alcanzó la paridad con el dólar estadounidense.
De algunas maneras, EE.UU. está hoy en día en una peor condición fiscal que Canadá hace dos décadas. Para empezar, manadas de “babyboomers” (nacidos en los años sesenta) están empezando a jubilarse, lo que está empujando al gobierno federal hacia un mayor nivel de endeudamiento cada año. EE.UU. podría convertirse en un país de “primer mundo” como aquellos en Europa, donde un gran gasto deficitario está arruinando las economías y las oportunidades para las personas jóvenes.
Hace dos décadas Canadá sufrió una profunda recesión y se balanceaba al borde de una crisis de la deuda causada por un creciente gasto público. El Wall Street Journal dijo que la creciente deuda estaba haciendo de Canadá un “miembro honorario del Tercer Mundo” con el “peso norteño” como su moneda. Pero Canadá cambió de dirección y redujo el gasto, balanceó su presupuesto e implementó varias reformas liberales. La economía creció, el desempleo cayó y el anteriormente débil dólar canadiense alcanzó la paridad con el dólar estadounidense.
De algunas maneras, EE.UU. está hoy en día en una peor condición fiscal que Canadá hace dos décadas. Para empezar, manadas de “babyboomers” (nacidos en los años sesenta) están empezando a jubilarse, lo que está empujando al gobierno federal hacia un mayor nivel de endeudamiento cada año. EE.UU. podría convertirse en un país de “primer mundo” como aquellos en Europa, donde un gran gasto deficitario está arruinando las economías y las oportunidades para las personas jóvenes.
La servidumbre voluntaria es el nuevo desafío a la libertad
Agustín Etchebarne considera que después de la
caída del muro de Berlín se ha venido expandiendo rápidamente la nueva
amenaza a la sociedad abierta: El Estado Benefactor.
La lucha por la libertad ha existido desde siempre. Herodoto nos cuenta la historia de Otanes, el demócrata, hijo de Phartanes que defiende la independencia del gobierno para él y su familia.1 La Biblia relata cómo Jesús coloca a la libertad como un fin y la verdad como un medio: “La verdad os hará libres”. Santo Tomás y los autores de la escuela de Salamanca razonan a partir de ella. El libre albedrío recorre la obra de Shakespeare, donde aparece el individuo como protagonista, Romeo y Julieta. El más grande de la lengua española nos dice: “La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida”. Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616). En la filosofía la encontramos por doquier, desde Diógenes a Spinoza o Locke.
Mart Laar: "Sistema impositivo debe ser sencillo"
Extracto del discurso del exprimer ministro de Estonia,
Mart Laar ante la Cámara Costarricense-Norteamericana de Comercio (AMCHAM).
Es un placer compartir las experiencias de mi país con Costa Rica.
Cuando uno escucha a un extranjero dar un montón de consejos sobre lo que debe hacer puede sonar muy sospechoso. Pero es importante recordar la experiencia estoniana. Al final, son ustedes quienes deben decidir basados en su propia historia.
Estonia es un país muy pequeño, muy distante, al norte de Europa. Somos una de las capitales más frías del mundo.
¿Qué revelaron los "Panamá Papers"?
Hana Fischer indica que se está satanizando a
los refugios fiscales y a las offshores sin considerar el rol positivo
que juegan en una economía globalizada.
Es relevante dejar asentado que este último término no es objetivo, sino que produce connotaciones negativas en el imaginario colectivo.
En adición, ha sido mal traducido y sin embargo ninguna autoridad ha hecho nada para corregir ese yerro. Por el contrario, han asentado esa mala interpretación. La expresión original es “tax haven” —que significa “refugio fiscal”— y no “tax heaven” (“paraíso fiscal”). Una desviación semántica que no puede ser considerada irrelevante, dado que cada uno de esos términos evoca situaciones muy diferentes. La gente busca un “refugio” cuando es perseguida o se siente insegura. Por lo tanto es una bendición que ellos existan.
De cómo Wilson y la Fed prolongaron la Gran Guerra
Brendan Brown
Mientras el mundo reflexiona sobre el horror incomprensible de la Gran Guerra que estalló hace 100 años, hay una pregunta que no se plantea en la cobertura mediática. ¿Cómo no hubo un acuerdo de paz entre los beligerantes en 1915 o al menos en 1916 cuando quedó claro para todos (especialmente después de la Batalla del Somme) que el conflicto shaía llegado a una posición de tablas y era un holocausto de juventud?
Aunque había habido algunos primeras esperanzas de paz en 1916, se desvanecieron rápidamente a quedar claro que el gobierno británico no aceptaría un acuerdo de compromiso. El éxito político de quienes se oponían al compromiso se basaba en buena medida en el argumento de que EEUU entraría pronto en el conflicto en el lado de la Entente (Gran Bretaña y Francia).
Ron Paul, Richard Cobden y los riesgos de oponerse a la guerra
Ryan McMaken
Desde ya al menos el siglo XVIII, el liberalismo clásico y su variante moderna, el libertarismo, se han opuesto a la guerra excepto en casos de evidente autodefensa. Vemos claramente esta postura antibelicista entre los antifederalistas de los Estados Unidos del siglo XVIII (que se oponían a todo los ejércitos permanentes), en su expresión más famosa en el discurso de despedida de George Washington. Thomas Jefferson criticaba frecuentemente la guerra, aunque en movimientos típicos de Jefferson, actuó contra su propia ideología declarada en varias ocasiones.
Al otro lado del Atlántico, el liberalismo acabó consiguiendo importantes victorias en Gran Bretaña con el auge de la Liga contra las leyes de cereales a finales de la década de 1830. El jefe de la liga, un liberal radical llamado Richard Cobden llegó a la fama en la década de 1840 y hoy es conocido por su defensa activa del capitalismo de laissez faire como miembro de la Cámara de los Comunes, y también por su radical anti-intervencionismo en asuntos exteriores.
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