El Salvador: La rueda de caballitos
Por Manuel Hinds
No se había secado la tinta de la
aprobación de los 152 millones de dólares el jueves pasado cuando el
gobierno demandó que se le aprobaran 1,200 millones de dólares más, con
el argumento de que la mayor parte de esos fondos no aumentarán la deuda
del país porque se usará para pagar la deuda de corto plazo contenida
en las Letras de Tesorería (Letes) que tienen vencimientos a un año. Y
un par de días después amenazó con que si no se los aprobaba ARENA
volvería a su plan de confiscar los ahorros de los futuros pensionados.
Este proceso no es digno de un gobierno
responsable por varias razones. La primera es que este es un jueguito
que el gobierno ya ha jugado y que irremisiblemente lleva a un aumento
de la deuda total. El jueguito consiste en aprovechar el trato diferente
que da la Constitución a las dos maneras de endeudarse que tiene el
gobierno. Cuando se trata de deudas a plazos más largos que un año, la
Constitución establece que deben ser aprobadas por al menos dos terceras
partes de los diputados. Cuando son deudas a menos de un año, sólo se
requiere la mitad más uno. Esto es así porque se supone que la deuda de
corto plazo sólo debe emitirse para deficiencias temporales de efectivo,
igual que la deuda que usted puede tener en una tienda, que la adquiere
durante el mes entero y la paga al final del mes. Los déficits
presupuestarios no están supuestos a ser financiados con estas deudas.
Aquí es donde entra el jueguito del
gobierno. Si la Asamblea no le aprueba deuda de largo plazo, el gobierno
financia sus déficits con Letes (títulos a un año plazo) que requieren
solo una mayoría simple de la mitad más uno. Luego, cuando esta deuda se
ha vuelto excesiva, el gobierno dice que es mejor convertirla a deuda
de largo plazo, que requiere las dos terceras partes de la Asamblea pero
que, dicen ellos, no aumenta la deuda (la deuda ya estaba en Letes).
Pero apenas la Asamblea les aprueba la emisión de bonos de largo plazo,
el gobierno vuelve a endeudarse en Letes hasta que dice que tiene que
convertir esa deuda en deuda de largo plazo. En cada vuelta, el gobierno
se endeuda como en mil millones de dólares más. Esto es lo que está
tratando de hacer ahora. Emitir la deuda de largo plazo para pagar los
Letes y volver a topar su límite de crédito con Letes. Y la rueda de
caballitos vuelve a dar otra vuelta. Es un truco burdo.
Aun más burda es la extorsión que el
gobierno hace a la ciudadanía para forzar la aprobación de los bonos de
corto plazo, amenazando que si no logra los votos va a hacer algo
terrible para los ciudadanos — como confiscar los ahorros de las
pensiones. Según la Real Academia Española extorsión es una presión que
se ejerce sobre alguien por medio de amenazas para obligarlo a actuar de
determinada manera y obtener así dinero u otro beneficio. Ciertamente
que la extorsión es común en nuestro país, pero no es propio de
gobiernos extorsionar a sus propios ciudadanos.
Peor aún es la inestabilidad que esto introduce en la economía. En estos años, en los que el FMLN ha aprovechado que los gobierno de ARENA dejaron una deuda bien baja para endeudarse en grandes cantidades, la economía recibe un empuje artificial por los dineros que entran del exterior por los préstamos. Pero luego esos préstamos hay que pagarlos, y entonces los flujos se revierten. En vez de entrar dinero en exceso de lo producido aquí, tiene que salir. Para cubrir estas salidas, el consumo y la inversión tienen que contraerse.
Y para terminar, el dinero que se ha
tomado prestado se desperdicia, de modo que no se crean fuentes nuevas
de recursos para pagarlo. La política fiscal del gobierno produce una
pérdida neta para la economía entera. Es sólo una más de las pérdidas
que el gobierno del FMLN está causando al país, pérdidas que pueden
llegar a ser irrecuperables.
Peor aún es la inestabilidad que esto introduce en la economía. En estos años, en los que el FMLN ha aprovechado que los gobierno de ARENA dejaron una deuda bien baja para endeudarse en grandes cantidades, la economía recibe un empuje artificial por los dineros que entran del exterior por los préstamos. Pero luego esos préstamos hay que pagarlos, y entonces los flujos se revierten. En vez de entrar dinero en exceso de lo producido aquí, tiene que salir. Para cubrir estas salidas, el consumo y la inversión tienen que contraerse.
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