México: Gasto, mucha tela de dónde cortar
Por Luis Pazos
Durante mi paso como presidente de la
Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública en la Cámara de Diputados
(2000-2003), me percaté que había enormes gastos en casi todos los
sectores del gobierno sin traducirse en un beneficio social. Esos gastos
se consideraban 'irreductibles' e intocables, y menos en rublos como
salud, educación y programas sociales.
La asociación civil Mexicanos Primero
demostró que un elevado porcentaje de los gastos en el sector educativo
no se traducen en una mejor educación. Las investigaciones para
instrumentar una reforma educativa confirmaron lo denunciado por
Mexicanos Primero de que en sindicatos, maestros que no dan clases y en
gastos administrativos se desperdician millones destinados a la
educación. En el sector salud, IMSS e ISSTE sucede algo parecido que en
el sector educativo.
La mayoría del llamado gasto social no
cumple con los objetivos de reducir la pobreza, aunque sí en apoyar al
partido en el poder a ganar elecciones. De 2012 a 2014 aumentaron los
gastos para el combate a la pobreza en 22 por ciento, pero el número de
pobres se incrementó en dos millones, según datos del Coneval. Miles de
millones sin beneficio social, aunque sí político electoral.
Las crecientes transferencias de
recursos de la federación a los estados no reflejan una mejora social,
pero sí desviaciones de miles de millones, como da cuenta la Auditoria
Superior de la Federación.
La Organización para la Cooperación y
Desarrollo Económicos (OCDE) y la Cofece señalaron que en promedio los
precios a los que compra el gobierno mexicano son 37 por ciento
superiores a los del mercado. Sin corrupción en las compras se
ahorrarían miles de millones.
Si hubiera voluntad política del
gobierno federal y de los principales partidos, se podría disminuir en
20 por ciento o más el gasto público, sin reducir la calidad y cantidad
de los bienes y servicios que prestan los tres niveles de gobierno y los
tres poderes. Si no lo hacen, tendremos que esperar una crisis como en
los años 80 en México o parecida a la crisis griega para empezar a
recortar en serio el gasto público.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario