No está lejos el momento en que no habrá necesidad de etiquetar el amor y que la homofobia será vencida por la libertad. (
Babygest)
Rondando por Facebook hace unas semanas me encontré una nota con un títular que a todas luces llevaba la intención de sesgo:
La lesbiana mata al hijo de 2 años tras atroces torturas ayudada por su novia. Había sido compartido en una página de personas católicas que defienden el modelo heterosexual de familia.
De entrada ya dicen que es lesbiana la mujer señalada, sin necesidad
alguna, ya que su delito no tiene que ver con su preferencia sexual.
Acto seguido dicen que su novia le “ayudó”, con intención de recalcar
una vez más su inclinación. ¿Es necesario? ¿No es esto un tipo de
homofobia arropada de religión? ¿Qué diferencia tiene esta intolerancia
con la mostrada por los grupos radicales islámicos?
Cómo el argumento me pareció tan intolerante me atreví a publicar un
comentario que hacía alusión a que el problema no era la preferencia
sexual de la persona, ya que en familias compuestas por parejas
heterosexuales había papás que abusaban de sus hijos. La respuesta que
recibí fue altamente agresiva. Ahí, comprendí que el factor “homofobia”
era más latente de lo imaginado.