Juan Morillo Bentué
Normalmente solemos pensar que la diferencia entre los países
pobres y los países ricos proviene de la diferencia en el consumo.
Siguiendo este razonamiento, los países ricos lo son porque consumen
mucho y de esa manera crean puestos de trabajo, productos nuevos y
riqueza.
La realidad es la contraria. Los países desarrollados consumen más en términos absolutos (más unidades monetarias si queremos), pero en relación con sus ingresos consumen menos. Es decir, los países pobres consumen toda su renta mientras que los países ricos no.
La realidad es la contraria. Los países desarrollados consumen más en términos absolutos (más unidades monetarias si queremos), pero en relación con sus ingresos consumen menos. Es decir, los países pobres consumen toda su renta mientras que los países ricos no.