El gobierno de Kuczynski
Por Álvaro Vargas Llosa
Existe en el Perú casi un consenso
acerca de las horcas caudinas que enfrentará Pedro Pablo Kuczynski para
gobernar. El hecho de tener una bancada de sólo 18 congresistas, de
haber ganado los comicios con un alud de votos prestados por el
antifujimorismo y de estar atrapado entre Escila (un fujimorismo con
sangre en el ojo y mayoría parlamentaria) y Caribdis (una izquierda que
le ha anunciado oposición frontal) harán de él un presidente frágil,
inoperante.
No estoy tan seguro. Y no me
refiero a sus atributos -experiencia política, capacidad de negociación-
sino a que sus adversarios lo necesitan a él tanto o más que él a
ellos, y a que tanto la Constitución como el nuevo Perú, el de las
instituciones desbordadas por una sociedad bullente que no cree en
ellas, le ofrecen ricas posibilidades para afirmar su Presidencia.
Aprovecharlas, es algo que dependerá de la sagacidad de su gobierno.