Gasto público en Argentina: ¿cambiar o continuar?
Por Roberto Cachanosky
Si bien soy un ferviente partidario del
equilibrio fiscal, confieso que prefiero un gobierno que tenga un
déficit fiscal del 0,5% del PBI con un gasto público del 10% del PBI a
un gobierno con equilibrio fiscal pero con un gasto público del 50% del
PBI. Y mucho menos quiero tener un gasto del 50% de PBI con un déficit
fiscal del 7% del PBI que nos dejó de regalito el kirchnerismo.
Puesto en otras palabras, el problema
fiscal no pasa solo por tener las cuentas equilibradas sino que, además,
el nivel de gasto público es clave para evitar que el estado se
convierta en un estorbo para el crecimiento de los países.