¿Dejarán los británicos la UE?
Por Álvaro Vargas Llosa
A este lado del Atlántico no se
le presta la atención que merece al “Brexit”, la posibilidad de que
Reino Unido abandone la Unión Europea si así lo deciden los votantes en
el referéndum del 23 de junio. Las encuestas dan un empate
técnico; en la última, la opción de salida supera a la de la permanencia
por tres puntos. De allí la retórica desesperada que el primer
ministro, David Cameron, ha empezado a emplear para frenar la peligrosa
tendencia.
Recordemos que, para desintoxicar el
ambiente, Cameron prometió, antes de las elecciones en que obtuvo la
reelección el año pasado, una consulta popular sobre el asunto que
divide a los británicos prácticamente desde que en 1973, habiendo
superado el veto de muchos años impuesto por De Gaulle, se integraron a
la Comunidad Económica Europea, antecedente de la actual UE.
El inexorable calendario se ha encargado
de atrapar a su promesa y el referéndum, que domina el debate en buena
parte de Europa, puede ser su perdición. En los últimos nueve meses, la
opción de salida ha ganado entre 15 y 20 puntos y la otra perdió más de
10.