La obsesión de la izquierda contra la libertad comercial
Por Ignacio Moncada
Íñigo Errejón, número dos y uno de los principales ideólogos de Podemos, relataba
recientemente la agradable experiencia que vivió en unos grandes
almacenes, en los que una trabajadora se despidió entonando un “¡Sí se
puede!”. No tardaron los usuarios de las redes sociales en señalar un
detalle que el político había pasado por alto: el día en cuestión era
domingo. En realidad nada cabe objetar contra el hecho de comprar en
domingo en unos grandes almacenes. Más bien al contrario: todo el mundo
debería ser libre de poder realizar sus compras cuando más le convenga.
Sin embargo, lo que muchos recriminaban a Errejón era la flagrante
contradicción entre sus actos personales y la decidida ofensiva contra
la libertad de horarios comerciales que está comandando su grupo
político.