Nouriel Roubini
NUEVA
YORK – Recientemente, el Fondo Monetario Internacional y otros
organismos revisaron a la baja (una vez más) sus pronósticos de
crecimiento global. No es extraño: hoy la economía mundial tiene pocas
luminarias, y muchas de ellas se apagan velozmente.
Entre
las economías avanzadas, Estados Unidos lleva dos trimestres con 1% de
crecimiento promedio. La extensión de la flexibilización monetaria
reforzó una recuperación cíclica en la eurozona, pero en la mayoría de
los países el crecimiento potencial sigue muy por debajo de 1%. En
Japón, la “Abenomics” se está quedando sin fuerza; la economía viene frenando
desde mediados de 2015 y ya está cerca de la recesión. En el Reino
Unido, la incertidumbre por el referendo de junio sobre la permanencia
en la Unión Europea provoca que las principales empresas difieran la
toma de personal y la inversión de capital. Y otras economías avanzadas
(como Canadá, Australia y Noruega) se enfrentan a dificultades por el
abaratamiento de los commodities.