Razones
Jorge Fernández MenéndezDilma: es política, no corrupción
La caída de Rousseff es un golpe político para deshacerse de una presidenta sin pasar por las urnas.
Dilma Rousseff cayó por una decisión política de un grupo de partidos aliados con empresarios profundamente descontentos, probablemente con razón, con su forma de ejercer el poder. La caída de Rousseff no es un golpe contra la corrupción, es un golpe político para deshacerse de una presidenta sin pasar por las urnas.
Revisando la nota de ayer de Excélsior sobre la caída de Rousseff leemos que “pese a que no enfrenta ningún cargo de enriquecimiento personal, el fiscal acusó a la mandataria de obstruir una investigación de corrupción en la estatal Petrobras, el mayor escándalo de la historia de Brasil. Rousseff encabezó el directorio de la compañía petrolera entre 2003 y 2010. Rousseff niega haber cometido delitos y afirma que es víctima de un ‘golpe’.