En 2015, PPK señaló que de ganar las elecciones pediría a los gobiernos de la región movilizarse por la libertad de los presos políticos en Venezuela
Para la Venezuela democrática, PPK llega en el momento justo cuando los miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) deben dilucidar en torno a la reciente solicitud de su secretario general, Luis Almagro, de aplicación de la Carta Democrática al gobierno de Nicolás Maduro.
Si bien PPK, fiel a su personalidad, inicialmente se había mostrado un tanto cauteloso y prudente frente a los desmanes del régimen venezolano, luego de la solicitud de Almagro decidió endurecer su posición.
Su reciente declaración no deja lugar a duda alguna: “Nuestra posición sobre Venezuela es absolutamente categórica. Ha habido una elección que la ganó el partido de oposición y ahora el gobierno está usando artimañas para invalidar el voto popular (…) Tenemos que invocar a la Carta Democrática y hacer una gran coalición de países”, dijo al referirse a lo que sería la política exterior peruana bajo su gestión.
Vale la pena recordar que, en diciembre de 2015, con motivo de su saludo de año nuevo, PPK señaló que en caso de ganar las elecciones pediría a los gobiernos de la región movilizarse para presionar a favor de la libertad de los presos políticos, entre ellos el líder opositor Leopoldo López.
“Tenemos que pedirle a todos que nos apoyen en este pedido a Venezuela para que libere a sus presos políticos, estamos en el siglo XXI y no podemos tolerar situaciones de abuso medieval como se está viendo hoy en día en Venezuela”, aclaró.
Esta posición coincide con el pedido actual de la mayoría de los países democráticos del mundo y en particular con el Parlamento Europeo, que no sólo acaba de solicitar que se respeten los mecanismos establecidos en la constitución venezolana y que se active el referéndum revocatorio en 2016, sino que también ha exigido por consenso “la inmediata liberación de todos los presos políticos” como una condición previa para el inicio de cualquier diálogo con la oposición.
A la vez, esta categórica posición dista mucho de la que ha asumido el saliente gobierno de Ollanta Humala, quien nunca ha pronunciado críticas al régimen de Nicolás Maduro, sin dejar de lado las sospechas de que en algún momento, su arribo al poder tuvo apoyo financiero por parte del difunto Hugo Chávez, lo que aún estaría por demostrarse, tal vez en esta próxima magistratura.
No obstante, queda por ver en la práctica qué puede hacer el ahora presidente Pedro Pablo Kuczynski no sólo hacia Venezuela, sino hacia el resto de los países latinoamericanos. Todos sabemos que a veces se produce mucha distancia entre las ofertas electorales y lo que se decide una vez que se ha llegado al poder.
La realidad es que no le será fácil su ejecución de política nacional ni internacional, ya que durante su mandato deberá enfrentar tanto a una oposición prácticamente del mismo tamaño que el del electorado que lo eligió, como a un Congreso con mayoría fujimorista: 75 parlamentarios contra 18 de su tolda política. Y no podemos dejar de lado que también hay congresistas de izquierda, de un total de 130, quienes si bien recibieron el llamado de su líder a votar en esta segunda vuelta por PPK, probablemente no acompañarán toda su gestión.
De modo que Kuczynski tendrá que hacer política en el mejor sentido de la palabra y ello significa que deberá negociar con el fujimorismo para llegar a políticas de consenso. Ojalá que la madurez que en esta contienda demostró Keiko Fujimori le permita tener una relación con su bancada parlamentaria que posibilite alcanzar acuerdos con el poder ejecutivo. La tarea está por verse.
La buena noticia para la Venezuela democrática es que Keiko Fujimori también ha mostrado su distancia y rechazo al régimen dictatorial de Nicolás Maduro, así como su disposición a apoyar la activación del mecanismo de la OEA al Gobierno venezolano.
De hecho, dos días después de que el secretario general Almagro solicitara ante la OEA la aplicación de la Carta Democrática al Gobierno de Venezuela, Fujimori fue rotunda y tajante al declarar ante la prensa: “Quiero respaldar la posición del secretario de la OEA, de Luis Almagro, quien invoca aplicar la Carta Democrática en el caso de Venezuela. Hacemos votos para que ahí recuperen las libertades ciudadanas”.
Es de esperar, pues, que Keiko apoye al nuevo presidente en este caso y en los demás casos de alteración democrática que proliferan en la región.
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