En torno a los modelos nórdicos
En torno a los modelos nórdicos
Por Alberto Benegas Lynch (h)
Los socialistas arcaicos y
desactualizados siguen repitiendo que los modelos, especialmente de
Suecia, Finlandia y Dinamarca, siguen siendo socialistas como en los
años sesenta en los que adoptaron esa tendencia (en Suecia la
experiencia comenzó hacia finales de los treinta).
Sin embargo, no tienen en cuenta que a
principios de los noventa el sistema explotó debido a los niveles
inauditos del gasto público y los impuestos que, entre otras cosas, se
reflejaron en el pésimo sistema de salud en el que los pacientes
esperaban en interminables filas que se los atienda mientras se sucedían
accidentes irreversibles antes de ser atendidos y los que podían
viajaban al exterior para consultar médicos (los que esperaban que se
los atienda “gratis” en sus países de origen, por ejemplo, se quedaban
ciegos antes de poder ser revisados por un oculista y así
sucesivamente).
Doug Casey, para pensar
Doug Casey, para pensar
Por Alberto Benegas Lynch (h)
Se trata de una persona muy consistente
con sus principios cuyo eje central radica en el valor de la libertad,
esto es concebir la sociedad como interacciones voluntarias en las que
prima el respeto recíproco donde solo justifica el uso de la fuerza
cuando es de carácter defensivo. En este contexto, cada uno puede hacer
de su vida lo que le plazca siempre y cuando no lesione derechos de
terceros.
Doug Casey es de hablar pausado y bien
articulado con contenidos muy sustanciales y bien fundamentados. Es un
inversionista de dotes excepcionales. Se autodefine como un “especulador
internacional”, lo cual subraya un concepto básico pero poco
comprendido. Todos los seres humanos somos especuladores. Todos
apuntamos a pasar de una situación menos favorable a juicio de sujeto
actuante a una que estimamos nos proporcionará mayor satisfacción. El
acto puede ser ruin o sublime pero siempre está presente la
especulación. Hablar de especulador es equivalente a aludir a la acción
humana. Algunos aciertan en sus conjeturas, otros se equivocan pero
todos especulan. La madre especula con que su hijo se encuentre bien, el
asaltante a un banco especula con que le saldrá bien el atraco y así
sucesivamente.
Libertad, ¿para qué?
Libertad, ¿para qué?
Por Ricardo E. Calvo MD PhD
Hace
unos 50 años y sin terminar la enseñanza secundaria salí de mi pais
natal Cuba donde había sido testigo de los métodos que el Partido
Comunista utilizaba para fraguar el socialismo científico.
Vi
como las masas se congregaban en las plazas públicas y a petición de
los dirigentes aprobaban incondicionalmente que todos seriamos
subyugados al “bien común”, eliminaríamos a “los ricos” y lo que
poseíamos seria “de todos”. Se
vociferaba que si aquellas propuestas eran de índole comunista entonces
los simpatizantes de estas querían que los pusieran “en la lista” de
militantes comunistas pues estaban de acuerdo con esos fines.
El hombre que salvó a Colombia
El hombre que salvó a Colombia
Por Mary Anastasia O'Grady
Bogotá. - Todavía no son ni las 7:30 de
la mañana de un sábado cuando la todo terreno en el que voy se aproxima
al Comando Aéreo de Transporte Militar (CATAM) en el sur de la capital.
Un avión de transporte gris Lockheed C-130 avanza pesadamente por una
pista, se eleva y gana altitud lentamente. En la garita de entrada a las
instalaciones, un pastor alemán adiestrado para detectar explosivos
permanece en posición de firme mientras mi conductor espera permiso para
entrar.
En poco más de dos meses, el presidente
colombiano Álvaro Uribe volverá a la vida civil después de ocho años al
frente del país. He venido para hablar con él sobre lo que aprendió
durante su histórico mandato y la dirección a la que cree se encamina
Colombia. Su oficina me pidió que me reuniera aquí con Uribe, y sospecho
cuál es la razón detrás de la cita este día y en este lugar: después de
nuestra reunión subirá al avión presidencial y viajará, como es
habitual varias veces a la semana, a alguna localidad fuera de la
capital donde tomará el pulso de la nación y saludará y estrechará una
multitud de manos. Uribe es un populista conservador, y el contacto con
los ciudadanos es su especialidad.
¿Cómo conquistó Cuba a Venezuela?
Por Moisés Naím
El País, Madrid
La enorme influencia que Cuba ha logrado
ejercer en Venezuela es uno de los acontecimientos geopolíticos más
sorprendentes y menos comprendidos del siglo XXI. Venezuela es nueve
veces más grande que Cuba, tiene el triple de población y su economía es
cuatro veces mayor. El país alberga las principales reservas de
petróleo del mundo. Sin embargo, algunas funciones cruciales del Estado
venezolano o han sido delegadas a funcionarios cubanos o son
directamente controladas por La Habana. Y esto, el régimen cubano lo
conquistó sin un solo disparo.
Los motivos de Cuba son obvios. La ayuda
venezolana es indispensable para evitar que su economía colapse. Tener
un gobierno en Caracas que mantenga dicha ayuda es un objetivo vital del
Estado cubano. Y Cuba lleva décadas acumulando experiencia,
conocimientos y contactos que le permiten operar internacionalmente con
gran eficacia y, cuando es necesario, de manera casi invisible.
¿Qué es la inflación?
¿Qué es la inflación?
Por Ricardo Manuel Rojas
En las últimas décadas, muchos políticos
–y economistas que avalan académicamente sus discursos-, se han empeñado
en sostener que la inflación es el aumento de los precios. Ello es muy
conveniente, pues permite echarle la culpa a alguien más que al propio
gobierno por sus nefastas consecuencias (por ejemplo a los comerciantes
que “suben” los precios, a los “especuladores”, a las variaciones del
comercio internacional, etc.).
Sin embargo, la teoría económica más
ortodoxa ha explicado desde siempre que la inflación es el aumento en la
cantidad de dinero circulante en relación con los bienes disponibles.
El aumento de los precios es una consecuencia de la inflación, al igual
que la fiebre es una consecuencia de la infección. Son efectos, no
causas; y el único ente capaz de generar inflación es el gobierno, al
emitir moneda sin respaldo.
Argentina: La corrupción está en el sistema, más allá de los nombres
Argentina: La corrupción está en el sistema, más allá de los nombres
Por Hugo Alconada Mon
Ibar Esteban Pérez
Corradi aún es una anomalía. José López, no. Pérez Corradi fue el
extremo al cual llegó la política. López, en cambio, es una
manifestación de un sistema. Más aún: López es el sistema tal como
funciona en la Argentina desde hace décadas, aunque quienes lo saben no
quieran contarlo en voz alta.
López, con sus bolsos repletos de
dólares en el monasterio, sólo expuso cómo funciona el sistema real de
recaudación política. Ya sea para financiar las campañas electorales -y
hay que juntar cientos de millones de pesos para cada contienda
nacional, incluida la que se avecina en 2017- o para el enriquecimiento
personal. Tanto para los jefes como para el bolsillo propio. Porque
podrán negarlo, pero la política es la única forma de enriquecimiento
que conocen muchos políticos y "empresarios" que, en realidad, no son
más que cazadores de contratos y prebendas.
La libertad digital
La libertad digital
Por Horacio Giusto
La humanidad constantemente ha
evolucionado y se ha revolucionado en búsqueda de su libertad. Intentar
que el hombre posea cada vez mayores rangos de acción conllevó a que
múltiples ciencias aplicaran sus conocimientos en favor del libre
albedrío. La evolución de la ciencia informática es un claro ejemplo de
cómo el conocimiento sirve a la autonomía del hombre, ya que sea
transportando una simple netbook o utilizando diversas aplicaciones
desde un celular, el hombre puede disponer muchas veces de su trabajo,
su tiempo o su dinero en cualquier espacio. Más aún, la maravilla de la
comunicación en tiempo real otorga la increíble oportunidad de conectar a
las personas independientemente de su distancia, permitiéndoles
afianzar relaciones de todo tipo o concretar negocios para el progreso
de cada individuo.
A menos Estado, menos populismo
A menos Estado, menos populismo
Por Alberto Benegas Lynch (h)
A veces, en el fragor
del debate sobre temas coyunturales se alteran las prioridades y se
mezclan conceptos. En medio de estas trifulcas, se suele perder la
visión del eje central del problema analizado.
En el caso argentino, por momentos
parece que se desdibujan el aspecto medular y la raíz del populismo: la
dimensión colosal del aparato estatal, que no sólo encoge los bolsillos
de la gente, sino que comprime las libertades individuales al arrogarse
funciones impropias de un sistema republicano. A su vez, al abrir cauces
a la discrecionalidad del poder, favorece la corrupción.
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