El primer ministro japonés ha hecho
referencia a la amenaza de una crisis financiera internacional de la
escala de la que en 2008 azotó la economía mundial.
Este jueves 26 de mayo, Abe presentó datos que muestran que los precios de las mercancías han caído en un 55% desde 2014, el mismo margen que experimentaron durante la crisis financiera internacional, indica el periódico nipón 'Nikkei', que lo interpreta como una "advertencia del resurgimiento de una crisis a escala de la de Lehman Brothers".
Lehman Brothers era el cuarto banco más grande de Wall Street cuando solicitó acogerse al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de EE.UU. el 15 de septiembre de 2008, declarando la mayor bancarrota de la historia estadounidense y que acabó desencadenando una crisis financiera global.
Los líderes del G7 declararon la necesidad de "un conjunto de medidas más potente y equilibrado" para "conseguir un modelo de crecimiento fuerte, sostenible y equilibrado" tomando en consideración las circunstancias de cada país mientras continúan los esfuerzos de dirigir la deuda pública a una tendencia sostenible.
Shinzo Abe subrayó la necesidad de una "política fiscal flexible" para sostener la recuperación económica mientras que la canciller alemana, Angela Merkel, ha mostrado escepticismo respecto al papel del gasto público en la estimulación del crecimiento.
Tras el primer día de la cumbre Seko declaró que "los líderes del G7 han expresado el punto de vista sobre la grave situación de las economías emergentes, aunque había puntos de vista de que esta situación económica actual no es una crisis".
Según sugieren algunos expertos, las advertencias de Abe sobre los riesgos de la economía son un pretexto ante sus electores para implementar una serie de medidas fiscales internas.
Se espera que los líderes del G7 reafirmen su compromiso a favor de la estabilidad del mercado de divisas.
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