Lejos de los 40.000 agentes prometidos por Enrique Peña Nieto en campaña, sus críticos ponen en duda la efectividad de la fuerza de 5.000 hombres y sus verdaderas intenciones
El presidente de México Enrique Peña Nieto anunció el viernes el lanzamiento de una nueva división de la policía federal, la Gendarmería, para proteger a la economía de la corrupción y del crimen organizado.
La nueva “fuerza modelo”, de acuerdo a Monte Alejandro Rubido García, el comisionado de seguridad nacional, será desplegada en las regiones cuyas economías más han sufrido como resultado de la violencia. El estado de Michoacán, las regiones agrícolas del estado de Tamaulipas, y la ciudad turística de Valle Bravo, en la cual ha habido una oleada de secuestros, son algunos de los lugares en los que tendrá presencia el nuevo cuerpo. “Si hay crimen organizado que puede irrumpir en la producción, entonces la Gendarmería estará allí”, dijo Rubido.
Alguno críticos cuestionaron la motivación detrás de las intenciones de Peña Nieto, al señalar que la nueva Gendarmería está mas preocupada en proteger a los sectores económicos, y atraer inversiones privadas en la industria agrícola y minera, que en proteger a los ciudadanos comunes.
Sin embargo, Rubido explicó que las empresas no podrán solicitar los servicios de la Gendarmería, y que las tropas serán enviadas a zonas donde la violencia ha irrumpido con la mayor parte de la vida diaria, incluyendo los procesos económicos.
Una policía débil, mal paga, y poco educada convirtió a México en un país extremadamente permeable a la corrupción y los sobornos, frecuente por los propios funcionarios de Gobierno.
En México muchos son escépticos acerca de la utilidad o de la larga duración que pueda tener la fuerza policial de 5.000 hombres, y dicen que harán poco para evitar la intervención federal del ejército y la marina. Peña Nieto enfatiza frecuentemente sobre la oportunidad económica de México, restando importancia a la corrupción sistemática y la acción generalizada del crimen organizado.
En el último año, la agencia de censos mexicana registró la muerte de 22.732 personas —sin incluir la multitud de asesinatos que sin dudas no fueron reportados. La cifra representa una caída del 11% respecto del pico de violencia en 2011, sin embargo, nueve ciudades de México están listadas entre las 50 ciudades más violentas del mund0.
Fuentes: The Wall Street Journal, Reuters, The New York Times.
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