Wikipedia

Resultados de la búsqueda

domingo, 15 de mayo de 2016

Digámoslo fuerte, hay que temer más a nuestros políticos que a Trump

Tal cual

Ángel Verdugo
Los peores daños causados a México son, han sido y serán durante muchos años más, los generados por nuestros políticos con sus ocurrencias, incapacidad política y pequeñez.
De risa loca las recomendaciones de casi todos nuestros analistas políticos, no se diga ya las de los sedicentes especialistas en el sistema político de Estados Unidos y su sistema electoral. Tienen meses afirmando que, en caso de llegar Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos, México correría un peligro cuyas dimensiones y efectos, nadie veía y ve hoy, excepto, por supuesto, ellos.
¿En verdad, lo que sus análisis serios predicen, es algo a lo que debamos temer? ¿Y de representar un riesgo casi seguro —como afirman nuestros analistas—, sería el mayor que México y su economía enfrentará en los próximos años?
Mi respuesta, es un rotundo no; permítame explicarme.



De entrada, debo decir —aun cuando ha sido evidente, no está de más recordarlo—, que la candidatura de Donald Trump ha sido obtenida respetando lo que la legislación de Estados Unidos dicta. Ninguno de los participantes —tanto en el lado republicano como en el demócrata—, han presentado quejas, o demandado la acción de la justicia.
En consecuencia, la nominación de Trump a la candidatura a la Presidencia de Estados Unidos, es completamente legal; puede no gustar a muchos, incluidos no pocos del Partido Republicano mismo, pero nadie puede alegar ilegalidad alguna. De la misma forma, todo así lo deja ver, Hillary Clinton será la candidata demócrata y también ahí, en su partido, muchos no están satisfechos con el resultado; pero repito, al igual que con Trump, su designación habría sido completamente legal.
Vayamos ahora a las consecuencias para México, de la llegada a la Presidencia de Estados Unidos de uno, o de la otra.
¿Por qué tanta preocupación por las amenazas, u ocurrencias demagógicas y más dañinas para Estados Unidos que para México, de Donald Trump? ¿Acaso hay alguien, con al menos dos dedos de frente y más objetividad en el análisis que en los de nuestros sedicentes especialistas, que piense y dé por hecho que Trump avasallará a las dos cámaras de su Congreso, y concretará lo que su desparpajo e inexperiencia le dicta?
¿Quién en su sano juicio y con la mínima seriedad analítica, podría afirmar que Estados Unidos es hoy una isla, o un ermitaño en el mundo actual? ¿Quién puede ignorar, o dejar de lado, las constricciones que la realidad económica, política y militar impone a países y gobiernos sin distingo alguno?
Ahora bien, si las medidas que pusiere en práctica Trump —ya en su calidad de Presidente—, dañaren a su país, ¿cuál sería el problema? ¿Acaso los ciudadanos no lo habrían elegido para eso, de manera legítima y en respeto de su legislación? Entonces, ¿qué pex?
Pienso, espero coincida usted conmigo, que los peores daños causados a México son, han sido y serán durante muchos años más, los generados por nuestros políticos con sus ocurrencias, incapacidad política y pequeñez; con su ignorancia de la realidad de lo que pasa en el mundo, y con su corrupción y opacidad desbocada.
¿Por qué entonces, en vez de preocuparnos del daño que causaría Trump, no nos preocupamos por el que hoy nos causan nuestros políticos? ¿Imagina usted lo que van a pensar en Estados Unidos mañana, cuando López sea candidato por tercera vez? Y ya entrados en gastos, ¿quién le gana a López en ignorante, demagogo, aldeano y apoyador de rateros y ladrones? Nadie, sólo él mismo.
¿Entonces? A preocuparnos mejor por los de aquí, y dejemos a los estadunidenses lidiar con Donald Trump y sus locuras. ¿Y de Hillary?, mejor ni hablar.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario