Peter Schiff
Hace sólo dos semanas, la publicación de la declaración de la política de marzo de la Fed y la posterior rueda de prensa por la presidenta, Janet Yellen, deberían haber dejado muy claro que la política de los Banco Centrales se había alejado sustancialmente del territorio en el que ellos mismos se habían medito. En diciembre se había anticipado cuatro aumentos de las tasas en 2016, pero de repente se recortaron a dos. Basándonos en la conclusión de que la era del dinero fácil se había extendido por lo menos durante un tiempo más, el dólar se vendió y se recuperaron acciones y materias primas.