La oportunidad de Brasil para salvarse a sí mismo
Por Mary Anastasia O'Grady
Una desafiante Dilma Rousseff dejó el
palacio presidencial por la puerta principal el jueves por la mañana,
luego de que el Senado votó a favor de comenzar su juicio de
destitución. Según la tradición brasileña, la salida elegida por la
presidenta fue una declaración política de que planea regresar. El voto
del Senado, en el que más de dos tercios de los 80 legisladores se
manifestaron a favor de un juicio, sugiere otra cosa.
La mayor esperanza de Rousseff para
regresar se cifra en el vicepresidente Michel Temer. Él es miembro del
mayor partido de Brasil, el Partido Movimiento Democrático Brasileño,
que había formado una coalición con el Partido de los Trabajadores de la
mandataria desde su reelección en 2014. Temer tomará las riendas de la
presidencia durante el juicio. Si Rousseff es hallada culpable, él
permanecerá en el cargo hasta 2018.