lunes, 30 de mayo de 2016

El Papa se reunió con activista que lo vinculó a la dictadura argentina

Francisco recibió a Hebe de Bonafini, presidenta de Madres de Plaza de Mayo en una reunión que duró una hora, pese a las acusaciones que la mujer le hizo en 2007

Francisco recibió a Hebe de Bonafini en su residencia en Santa Marta, en ciudad del Vaticano (@PrensaMadres)
Francisco recibió a Hebe de Bonafini en su residencia en Santa Marta, en ciudad del Vaticano. (@PrensaMadres)
El papa Francisco sostuvo el viernes pasado un encuentro privado de una hora con la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, quien lo vinculó en 2007 con la última dictadura argentina.
En la reunión que se realizó en la residencia de Francisco, en Santa Marta, en la ciudad del Vaticano, Bonafini le habría pedido perdón por considerarlo cómplice de la dictadura y le expresó sus críticas al Gobierno de Mauricio Macri.
“Le dije que nos equivocamos con él como nos equivocamos con Néstor (Kirchner). Bergoglio creció cuando se transformó en Francisco, creció más todavía. Uno tiene que pedir perdón cuando se equivoca, y las madres lo hacemos”, señaló Bonafini en una rueda de prensa que ofreció al finalizar el encuentro.



La activista dijo que fue al Vaticano a contarle al Papa la situación que vive Argentina “para que nos dé una mano”.
“En cinco meses este Gobierno destruyó lo que hicimos en 12 años, hay mucha violencia institucional. Nosotros tenemos miedo, mucho miedo, a que algún loco suelto responda a esa violencia que nos están imponiendo”, le advirtió Bonafini al Papa.
Según Bonafini, Fracisco le habría dicho que en Argentina ya hubo mucha violencia “para que nos quedemos quietos sin denunciar lo que hay que denunciar”.
“Pasaron cosas muy importantes que nos demuestran que Francisco está con el pueblo, no está con los poderosos”, concluyó Bonafini.
En 2007 la activista escribió una carta pública en la que acusó de “fascistas” a Mauricio Macri, entonces Jefe de Gobierno porteño y al Papa, para ese momento arzopispo de Buenos Aires. “La basura va junta, Macri, Bendini (Jefe del Ejército) y Bergoglio. Son de la misma raza y de la misma ralea. Son fascismo, son la vuelta de la dictadura”, dijo. En 2008 la iglesia se indignó luego que Bonafini dijera durante una protesta contra Macri: “Nos clausuraron los baños de la Catedral y tuvimos que improvisar uno detrás del altar”.
La controversia acompaña a Bonafini, no sólo por sus agrias y constantes declaraciones contra la gestión de Macri, y en el pasado contra Francisco, sino por su defensa a ultranza de Néstor Kirchner y Cristina Kirchner con quienes tuvo estrecha relación.
Las autoridades investigan a las Madres de Plaza de Mayo por una serie de irregularidades en la construcción de viviendas llevadas a cabo por esta fundación a través del programa “Sueños Compartidos”, cometidas durante el Gobierno de la exmandataria. Se pone la lupa en un millonario desvío de fondos públicos destinados originalmente a construir viviendas sociales.

El Papa pone la otra mejilla

Días antes del viaje de Bonafini al Vaticano, Francisco escribió una carta por correo electrónico a un amigo en la que hablaba del revuelo que causó en su natal Argentina la visita de la activista. “Parece que la piedra del escándalo es que yo reciba a la señora Bonafini. Sé bien quién es, pero mi obligación de pastor es la de comprender con mansedumbre”, dijo.
“Esta señora, desde la plaza (de Mayo), me insultó varias veces con artillería pesada pero a una mujer a quien le secuestraron los hijos y no sabe cómo y cuánto tiempo los torturaron, cuándo los mataron y dónde los enterraron, no le cierro la puerta. Lo que veo allí es el dolor de una madre. Si me usa o no me usa no es mi problema. Mi problema sería no tratarla con la mansedumbre de pastor”, agregó, en el mensaje, al que tuvo acceso la agencia estatal Télam.

Relaciones distantes

La última vez que Francisco y el presidente de Argentina Mauricio Macri se reunieron fue en Roma, en febrero pasado. De este encuentro, que apenas duró 22 minutos,  resaltó la parquedad del Sumo Pontífice con Macri. Las reseñas periodísticas y las propias imágenes destacan que el Papa nunca esbozó una sonrisa durante el encuentro con el mandatario argentino, a diferencia de los que sostuvo con la expresidenta Cristina Kirchner, donde se mostró más efusivo y sonriente todo el tiempo. Con Bonafini también se le observó cálido.
La semana pasada el Sumo Pontífice envió una carta de felicitación al Gobierno argentino con motivo del Día de la Patria, que era la copia casi exacta de una que mandó a la exmandataria Cristina Kirchner el año pasado. Aunque fue interpretada por funcionarios de Mauricio Macri como un gesto positivo y de acercamiento, para otros sectores fue una demostración más de que las relaciones entre el Papa y Macri siguen siendo muy distantes.
Hasta el momento no figura en agenda una nueva reunión oficial entre el mandatario argentino y Francisco. Recientemente el Papa dijo al recibir a los miembros del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), que estaba preocupado por los “conflictos” sociales, económicos y políticos en Argentina, Venezuela, Brasil y Bolivia.
Mientras que los obispos argentinos le manifestaron a Macri en una reunión su inquietud por los índices de pobreza y desempleo en Argentina, que consideraron preocupantes.
A las frías relaciones entre el Vaticano y la actual gestión de la Casa Rosada,  se sumaron las polémicas revelaciones la luchadora social, afín a Mauricio Macri, Margarita Barrientos, quien contó que el Sumo Pontífice se negó a recibirla cuando ella fue a Roma. Detalló que poco antes de entrar a la audiencia le avisaron que no sería recibida, sin darle mayores explicaciones. Sobre este hecho el Papa le había dicho a un amigo sacerdote que nunca se enteró de la presencia de Barrientos en el Vaticano.
Recientemente Barrientos recibió una invitación para ver a el Papa, pero declinó aceptarla alegando que tiene mucho trabajo en este momento y por su miedo a volar.
Fuente: Infobae, La Nación.

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