El capital riesgo ha sido fundamental para conectar a los emprendedores estadounidenses con inversores dispuestos a apoyar sus proyectos.

Diego Sánchez de la Cruz 

 

Los impuestos juegan un papel significativo a la hora de moldear el desarrollo de las empresas. El ámbito del capital riesgo es especialmente sensible a la presión tributaria. Dicho sector canaliza inversiones a través de operaciones financieras que inyectan capital a nuevos proyectos empresariales que resultan atractivos por su potencial de crecimiento.
Tino Sanandaji ha repasado la evolución del capital riesgo en EEUU, donde podemos comprobar la importancia de los impuestos a la hora de estimular este tipo de inversiones. Así, en la década de 1970, cuando el impuesto aplicado a las rentas del capital rondaba el 40%, las inversiones de este tipo eran muy reducidas: apenas alcanzaban el 0,03% del PIB.



Posteriormente, las rebajas de impuestos aprobadas durante la Presidencia de Ronald Reagan mejoraron el trato fiscal a las rentas del capital, reduciendo el tipo medio al entorno del 20%. Con ese marco más favorable, el capital riesgo disparó notablemente su actividad y alcanzó el 0,12% del PIB, cuatro veces más que en los años en los que los impuestos eran dos veces más elevados.
El crecimiento observado en la década de 1980 se detuvo con una nueva subida del impuesto a las rentas del capital, que pasó al 29% y dejó el peso del capital riesgo en niveles del 0,05% del PIB. Esto motivó una nueva ronda de rebajas fiscales, que terminó dejando la imposición aplicada a las rentas del capital en el 15% tras una primera reducción al 21%.
Desde entonces, el peso del capital riesgo sobre el PIB estadounidense no ha bajado del 0,15% del PIB y viene rondando el 0,2% del PIB del país norteamericano, con picos en los que se ha llegado incluso al 1,06% del PIB. Lo vemos recogido en la siguiente gráfica de Tino Sanandaji, elaborada con datos de Thomson Reuters:

El desarrollo del capital riesgo ha sido fundamental para conectar a los emprendedores estadounidenses con inversores dispuestos a apoyar sus proyectos. En 2015, esta industria movilizó más de 50.000 millones de euros. Cerca de 1.500 emprendedores recibieron por esta vía su primera inyección de "capital semilla". Además, otras 3.000 compañías se beneficiaron de inversiones destinadas a apuntalar o expandir sus negocios.
Pero eso es solamente 2016. En las últimas décadas, la revolución del capital riesgo en EEUU ha creado más de 12 millones de empleos directos y ha soportado el nacimiento de otros 15 millones de puestos de trabajo de manera indirecta. El sueldo en las empresas que se benefician de este tipo de inversiones duplica la media nacional y ronda los 65.000 euros. Las industrias en las que más empleo ha generado el capital riesgo son las del consumo, la informática, la salud, las telecomunicaciones, la energía y la biotecnología.

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